Eterno otoño de un pastor de 68 años convertido en artista del grabado

CHINA-INNER MONGOLIA-JARUD WOODBLOCK PAINTING (CN)

(250814) -- TONGLIAO, Aug. 14, 2025 (Xinhua) -- Zhaun Namur, a representative inheritor of Jarud woodblock painting art, creates a painting at a woodblock painting institute in Jarud Banner, north China's Inner Mongolia Autonomous Region, Aug. 10, 2025. The creation of a Jarud woodblock painting work, which originated in Jarud Banner in the late 1950s, has to go through more than a dozen steps, finished with engraving knife, woodblock and ink. The Jarud genre of woodblock painting was listed as one of the intangible cultural heritages of Inner Mongolia Autonomous Region in 2009. Nowadays, woodblock painting artists in Jarud, professional and amateur alike, are turning out vast amount of artworks that reflect their modern life on the grasslands. (Xinhua/Lian Zhen)

HOHHOT, 17 ago (Xinhua) — En medio del persistente olor a aceite de impresión, Zhaun Namur, de 68 años de edad, creaba meticulosamente un grabado que capturaba la imagen de rebaños de ovejas pastando en las praderas de la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China. A menudo, el artista trabaja 12 horas al día. «Mi nombre significa ‘cien otoños’ en nuestro idioma nativo, y lleva los mejores deseos de mis padres para una larga vida», expresó Zhaun Namur. «Quiero dedicar el resto de mi tiempo al grabado», afirmó. Zhaun Namur, que anteriormente era pastor en la parte norte de la bandera de Jarud, en la ciudad de Tongliao, pasó sus mejores años trabajando duro para ganarse la vida. No fue hasta 2010 cuando redescubrió su pasión por el grabado en madera de Jarud, un arte popular tradicional de Mongolia Interior que se originó en la bandera en la década de 1950. Caracterizado por contener audaces técnicas de tallado y relieve en el espacio negativo, el grabado de Jarud crea un impacto visual sorprendente. Una pieza suele pasar por más de una docena de pasos, terminada con un cuchillo de grabado, xilografía y tinta, y combinando líneas audaces con colores vibrantes. En 2009, esta forma de arte distintiva fue reconocida como patrimonio cultural inmaterial de la región autónoma. Impulsado por la pasión y apoyado por los esfuerzos destinados a la protección cultural, el viaje audaz, pero firme de Zhaun Namur alcanzó un hito, cuando uno de sus grabados ingresó a la sala de exposiciones del Palacio Cultural de las Nacionalidades en Beijing, lo que significó un testimonio de su dedicación y talento. Zhaun Namur ha sido un apasionado de la pintura desde la infancia. En la escuela secundaria, descubrió el grabado de Jarud e inmediatamente quedó cautivado por este arte popular. Animado por su profesor de arte, continuó de forma independiente y finalmente dominó el arte. Pero las dificultades de la vida se interpusieron en el camino de su carrera artística. Después de graduarse de la escuela secundaria, dejó su ciudad natal para desempeñarse como trabajador migrante y luego montó pequeños negocios en el sur de China. Zhaun Namur manifestó que es el interés por el grabado lo que lo sostuvo durante los momentos más difíciles. Después de que sus hijos se graduaran de la universidad y la presión financiera disminuyera, Zhaun Namur decidió ir por su sueño. «No quiero hacer una fortuna pintando, solo lo suficiente para sobrevivir está bien», pensó para sí mismo. La mayoría de sus obras se inspiran en su ciudad natal, retratando exuberantes prados verdes y montañas deslumbrantes o representando la vida nómada de los pastores. Ahora es un heredero representante del patrimonio cultural de la región. En 2017, Zhaun Namur comenzó a trabajar en el Instituto de Grabado de la bandera de Jarud, una organización de interés público dedicada a apoyar a los entusiastas del grabado, tanto profesionales como aficionados, en la creación y comercialización de su trabajo. «Tengo una oficina y recibo subsidios del gobierno cada año», destacó Zhaun Namur, y agregó que puede ganar entre 40.000 yuanes (unos 5.600 dólares) y 50.000 yuanes al año vendiendo sus grabados. El instituto es parte de los esfuerzos locales para preservar y promover la cultura de Mongolia Interior y la excelente cultura tradicional china. Ahora ofrece estudios y herramientas de pintura para 28 grabadores de forma gratuita. También organiza programas de capacitación para ayudarlos a mejorar las técnicas de pintura, según explicó Zhang Lixin, director del instituto. El año pasado, las obras artísticas creadas por estos grabadores generaron 300.000 yuanes solo a través de la tienda en línea del instituto, y algunas incluso se exportaron a países como Alemania, Nueva Zelanda y Malasia. «Los grabados de Jarud son más que un preciado patrimonio cultural; son un lenguaje artístico que une al mundo», sostuvo Zhang. Con la mejora de sus condiciones de trabajo, Zhaun Namur señaló que con gusto pintaría las 24 horas del día si pudiera. «No me siento cansado en absoluto cuando estoy inmerso en el grabado. Me libera de las molestas trivialidades de la vida», afirmó. Incluso ha escrito una guía para ayudar a otros a dominar el oficio. Mientras que las obras de Zhaun Namur se inclinan hacia un estilo realista, otros artistas aportan sus propias voces únicas. La sala de exposiciones del instituto muestra grabados en un amplio espectro de temas y estilos, desde idílicas escenas pastorales hasta abstracciones inspiradas en Picasso. «Cada artista tiene un estilo distintivo, y todos necesitamos pavimentar nuestros propios caminos», reflexionó Zhaun Namur. El oficio también está evolucionando con el paso del tiempo. Liu Tao, un recién llegado de la Generación Z al instituto, señaló que los jóvenes grabadores ahora a menudo usan bloques de PVC. En comparación con la madera tradicional, el PVC es más suave y hace que sea especialmente fácil para los principiantes tallar patrones intrincados. Zhaun Namur es el grabador más veterano del instituto, mientras que el más joven tiene solo 24 años. Los aficionados provienen de todos los ámbitos de la vida, desde funcionarios públicos hasta trabajadores migrantes. Esta amplia gama de edades y orígenes ofrece una idea de la popularidad generalizada de esta forma de arte en toda la región. Zhao Zhi, un funcionario público de Mongolia Interior, ha pasado todos los fines de semana elaborando grabados en el instituto desde 2019. También se desempeña como instructor a tiempo parcial para estudiantes locales durante el verano. Zhao destacó que muchos departamentos gubernamentales en la bandera de Jarud ofrecen fondos para iniciativas de enseñanza voluntaria en las escuelas para ayudar a nutrir a más grabadores desde una edad temprana. En la oficina de Zhao, un grabado en la pared llama especialmente la atención. Representa a un repartidor de comida a domicilio desafiando la fuerte nevada y el viento, sin detenerse. La obra fue creada por uno de sus alumnos. «Zhaun Namur es un grabador veterano, mientras que yo soy de mediana edad. Y esperamos nutrir a las generaciones más jóvenes», sostuvo Zhao. Fin