abril 30, 2025

China y Cuba dan gran salto en cooperación sericícola para producir en Cuba hilo quirúrgico de seda

NANJING, 30 abr (Xinhua) — Cuba está más cerca de comenzar a producir suturas médicas de seda, tras el arribo a finales de abril de contenedores cargados con equipos procedentes de China para la fabricación de este tipo de hilo quirúrgico. Gracias a la cooperación científica y tecnológica entre ambos países, los árboles locales de morera adquirirán un nuevo uso, más allá de servir como alimento para el ganado, pues albergarán los capullos de gusanos de seda que harán posible la producción de las suturas. Esto marca un nuevo hito en dicha cooperación en el campo de la sericicultura. Cuando se enteró de que todo había llegado a su destino, la emoción se apoderó del profesor Li Gang, experto responsable del proyecto de las suturas y miembro del Laboratorio Nacional de Ingeniería Moderna de la Seda de la Universidad de Soochow, ubicada en Suzhou, provincia oriental china de Jiangsu. Inmediatamente, discutió con otros expertos un cronograma para viajar al país caribeño y supervisar la instalación de los equipos, los elementos necesarios para su puesta en marcha, los procedimientos operativos y la elaboración de manuales de capacitación. Además, conversó con especialistas técnicos los planes para esta instrucción y los contenidos que se impartirían. «El sistema médico de Cuba es avanzado y tiene una gran demanda de suturas quirúrgicas, pero aún no cuenta con capacidad de producción local. La introducción de tecnología y equipos desde China permitirá mejorar los productos derivados de la seda en el país y satisfacer la urgente necesidad de suturas médicas», explicó Li Gang. Estos hilos a base de seda ofrecen ventajas como una excelente biocompatibilidad, alta resistencia mecánica, múltiples especificaciones de diámetro y amplia adaptabilidad. Adicionalmente, tras su degradación se convierten en aminoácidos beneficiosos para el cuerpo humano. Li Long, investigador de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Jiangsu y codirector del Centro Chino-Cubano de Cooperación en Sericicultura, ha participado desde 2011 en el proyecto de cooperación científica y tecnológica binacional en esta área, y ha sido testigo del continuo fortalecimiento de la «amistad sericícola» chino-cubana. El investigador destaca el clima cubano como muy adecuado para el crecimiento de las moreras, lo cual favorece una mayor producción de hojas que no solo se utilizan para criar los gusanos, sino también como alimento para el ganado, de manera que pueden ayudar a reemplazar cereales, entre ellos la soja y el maíz, que son importados. Sin embargo, el país carecía de experiencia en el cultivo de la planta y la cría de los gusanos. Desde el inicio del proyecto, Li Long ha viajado a Cuba más de 10 veces. Aunque cada visita ha sido ardua y en ocasiones recorre terrenos donde el barro llega hasta las rodillas, su mayor gratificación ha sido ver crecer las moreras día a día, expandirse por los campos y llenarse de capullos de seda. No solo tuvo que investigar en diversas instituciones relacionadas para ayudar a formular un plan cubano de desarrollo en sericicultura, sino también brindar capacitación técnica en campos de moreras y salas de cría, y formar a los talentos locales. Para garantizar una mejor sobrevivencia de las variedades chinas de gusanos, que no solo tienen una alta resistencia a enfermedades sino que, además de las hojas de morera, también pueden alimentarse con manzanas, soja y otros alimentos no tradicionales, proporcionó orientación técnica integral en las salas de cría. De este modo, ganó un alto reconocimiento por parte de las autoridades cubanas. Bajo la guía de los expertos chinos, el país insular ha establecido miles de hectáreas del árbol, las cuales brindan grandes cantidades de alimento para la ganadería local y producen seda de calidad superior al grado 4A. Tras una década de esta colaboración, se entró en una nueva etapa. Con el fin de satisfacer la demanda cubana de productos de alto valor agregado y de alta tecnología en sericicultura, en octubre de 2021 se aprobó el proyecto «Cooperación en Innovación Científica y Tecnológica en Sericicultura entre China y Cuba», como parte del Plan Nacional de Investigación y Desarrollo chino. En el país asiático, la iniciativa es implementada por la Universidad de Ciencia y Tecnología de Jiangsu, en convenio con la Universidad de Soochow y la Universidad del Suroeste, al igual que la empresa Suzhou Simatech Biotech. Por la parte cubana, participan el Centro de Investigaciones de Plantas Proteicas y Productos Bionaturales, junto a otras instituciones. Li Gang agregó que, en comparación con la cooperación previa en cultivo de moreras y cría de gusanos, el nuevo proyecto implementado desde 2021 tiene como objetivo generar bienes de alta tecnología basados en la seda, en aras de elevar el nivel de investigación y producción de Cuba en materiales biomédicos y otros ámbitos. Además de emplearse en tejidos para prendas, la seda posee igualmente la capacidad de convertirse en productos de alto valor agregado, como los materiales biomédicos y dispositivos sanitarios, detalló el experto chino. Entre noviembre y diciembre de 2024, Cuba envió a cuatro representantes a la base de capacitación en Suzhou de este proyecto de cooperación chino-cubana, para recibir una instrucción teórica y práctica de más de 50 días. «Los equipos y la tecnología aquí son avanzados y las clases de los profesores son detalladas y profesionales. A través de un entrenamiento sistemático en teoría y práctica, no solo hemos dominado el proceso de producción de suturas médicas de seda, sino que también hemos profundizado en los últimos avances tecnológicos en este particular. Esperamos que, con la ayuda de nuestros amigos chinos, pronto podamos producir nuestras propias suturas de seda», comentó el participante Emilio Antonio Hernández Chávez. Por su parte, Henry Ricardo Mora, consejero de Ciencia y Tecnología de la Embajada de Cuba en China, destacó cómo la iniciativa ha aportado significativamente a la capacitación de varios especialistas cubanos en las distintas técnicas requeridas para el aprovechamiento de las bondades de la sericicultura. «También ha contribuido significativamente al acercamiento entre ambos pueblos y los constantes intercambios de especialistas han propiciado el acercamiento cultural de ambos pueblos socialistas», añadió Mora. De acuerdo con el diplomático, la ejecución del proyecto ha favorecido el desarrollo de las técnicas de crianza de los gusanos, del cultivo de la morera y de su uso en la alimentación animal, al igual que los procesos de obtención de hilo de seda para suturas quirúrgicas, la fabricación de nanopartículas de fibroína, y la utilización del gusano como biorreactor para la expresión de proteínas heterólogas de interés biofarmacéutico. A sus 65 años, con las sienes canosas y aunque ya jubilado, Li Long continúa profundamente comprometido con el proyecto de cooperación. En los últimos años, ha seguido desplazándose entre ambos países. «Este año, se espera terminar la instalación de los equipos para elaborar suturas médicas de seda y que su puesta en marcha permita comenzar la producción formal. Apreciar los nuevos frutos de la cooperación chino-cubana en sericicultura me emociona profundamente. Mientras sea necesario, seguiré contribuyendo con todo lo que pueda», afirmó. Fin

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